El vocablo delínquere en latino tiene un significado cercano a alejarse de lo bueno, alejarse de la ley, lo que hoy conocemos como delito. La contracción de las palabras información y automática, dio como resultado la palabra informática, que se emplea para hablar de la automatización de la información y por lo tanto hecho a través de medios computacionales.
Cuando hablamos de Delito Informático, estamos por lo tanto hablando de toda aquella conducta ilegal o fuera de la Ley que se realiza a través de medios computacionales y/o a través de ellos.
Esto viene a colación por el hecho de que necesitamos una Legislación especializada al respecto. En los últimos meses han surgido conductas que podríamos considerar ilegales, pero si nos ponemos a revisar las leyes, estas conductas no se encuentras en la Ley, por lo tanto no pueden ser considerados delitos y como consecuencia no pueden, ni deben ser castigadas.
El hecho de que una conducta dañe a una persona, no quiere decir que jurídicamente pueda o deba ser castigada, ya que si esa conducta no se encuentra en Ley, como anteriormente lo dije, no se castigará.
En medios tecnológicos nos encontramos vulnerables, antes un vacío legal enorme que no no ha podido ser cubierto y es obligación de las próximas Legislaturas comenzar atacar este tema, que se ha vuelto importante y por supuesto digno de ser tomado en cuenta.
Los delitos en Jalisco se encuadran, me refiero al hecho de que un robo de información, rob de identidad, robo de dinero por medio electrónicos los tratan como robo, y no debe ser de esa manera, incluso el fraude se trata de la misma forma.
La pornografía está bien cuidada, pero surgen día con día conductas diferentes aún tratándose de la misma pornografía que no encuadran con el delito propiamente y que la Ley debe de prever para poder actuar y castigar a las personas que le dan giros inesperados a estas conductas.
La tecnología ya nos alcanzo, la programación, el uso de las computadoras como hacedoras y perpetradoras de conductas se escapan antes nuestros ojos de ser sujetos de delitos, me refiero a la persona detrás de estas conductas, y el legislador sigue durmiendo el sueño de los justos.
Con una Legislación especializada, fortalecida por una fiscalía especializada en estos delitos y con un Instituto de ciencias forenses con un departamento especializado en computación e informática forense, la ciudadanía se sentiría más egura de que su dinero, sus computadoras e incluso su acceso a Internet podrían cada día menos, sufrir de conductas que dañen y lastimen la economía familiar.