Se ha hablado últimamente la sorpresa que ha significado el hecho que en Múnich, Alemania puede echarse por tierra el trabajo de 10 años con software libre en la Administración Pública y a pesar de lo que le ha ahorrado en licencias de Sistemas Operativos como Windows, o Licencias de Sistemas de Ofimática como el de Microsoft, esto porque el actual Gobierno Municipal, se dice, comulga con la ideología de ésta empresa y desea volver a gastar en Licencias y echar por tierra el Sistema Operativo LiMux, desarrollado específicamente para este exitoso proyecto, que quizá este viendo sus últimos días con vida.
Ya se ha dicho bastante sobre las ventajas que significa la adopción de Software Libre en la Administración Pública y los costos que esto representa, dado que son mínimos en comparación con la compra inusitada e incontrolada de Licencias Windows y Office, reemplazables totalmente con Libre Office y Ubuntu, por ejemplo.
Ahora también en Chile, después de que el Congreso Federal aprobara la Ley de Uso de Software Libre en todas las Administraciones Públicas del País, Microsoft, movió lo hilos y resulta que en menos de 24 horas, Diputados que habrían votado a favor de esta Ley, lo realizaron en contra en tiempo récord.
Aquí cabe hacer una reflexión, en relación al poder que tiene Microsoft, para poder convencer a billetazos a los gobiernos y tirar por la borda los proyectos de países enteros, y convencerlos de seguir consumiendo sus productos, con rebajas especiales, convirtiendo esos mismos productos en una droga lenta para los niños y jóvenes que apenas comienzan a usar computadora, esto para hacerlos dependientes de sus productos. En México lo puede atestiguar Miguel de Icaza, que presentó un excelente proyecto en tiempos de Vicente Fox y éste término por hacer alianza y contratando los servicios de Microsoft, que se sintió amenazado en México, un gran mercado que representa aún hasta ahora la entrada a Centro y Sudamérica.
No es coincidencia pues que en Múnich, Microsoft haya instalado recientemente una oficina ejecutiva, ni es coincidencia que en Chile mueva sus hilos y tumbe leyes votadas y aprobadas. Microsoft es una empresa con bastante persuasión, lo malo es que quien sale perdiendo siempre es el ciudadano, por la incertidumbre de saber si los datos en Gobiernos con sistemas privativos no cuentan con puertas traseras que coadyuve a la fuga de grandes Bases de Datos, al final todo esto es complicidad del gobierno en turno, que algo tiene que estar ganando.